Raíces capilares y fructificación abundante
La intervención que da nueva vida a suelos cansados y problemáticos.
En contextos agronómicos complicados, obtener producciones abundantes, constantes y de alta calidad puede parecer una empresa inalcanzable. El suelo, elemento fundamental para el crecimiento de los cultivos, puede de hecho esconder adversidades y escollos como patógenos y parásitos telúricos, sustancias tóxicas y factores que socavan el equilibrio vegetativo-productivo de los cultivos. Hoy, gracias al uso de prebióticos y probióticos, es posible restaurar el ecosistema radicular a condiciones óptimas.
LA FATIGA DEL SUELO
La siembra en rastrojo puede llevar al suelo a manifestar la llamada fatiga, que es una condición de desequilibrio que afecta a algunos o todos los factores que caracterizan el sistema suelo-planta. Las alteraciones pueden afectar la materia orgánica del suelo, la disponibilidad nutricional, la carga microbiana beneficiosa, la virulencia de bacterias, virus y hongos e incluso la concentración de sustancias tóxicas. En un terreno hostil y con pocos nutrientes, las plantas sufren la reducción total de su capacidad de crecimiento y productividad.
UN PARÁSITO TEMIDO
La lista de organismos oportunistas del suelo incluye una amplia gama de patógenos; entre los más extendidos y temidos se encuentran los nematodos. Estos pequeños gusanos, incoloros y con forma de anguila, pican y chupan los tejidos radiculares, produciendo sobre ellos la formación de agalla (síntoma característico). Las plantas atacadas presentan dificultades de crecimiento, raíces atróficas, baja productividad, susceptibilidad a la acción de patógenos secundarios, amarillamiento y pudrición de la hoja, que continua hasta a la desecación total.
CÓMO MEJORAR EL ECOSISTEMA RADICULAR
La rizosfera alberga una enorme cantidad de microorganismos beneficiosos (rizobioma), con los que las plantas establecen vínculos beneficiosos (mutualismo). Estos «microbios buenos» estimulan el desarrollo de las raíces, enriquecen el terreno y defienden el cultivo del ataque de parásitos subterráneos. Del estudio de estos mecanismos nacen VHERA LIFE y VHERA: las primeras agro-formulaciones con acción prebiótica y probiótica.
VHERA LIFE es el prebiótico. Su formulación rica en terpenos, betaínas y nutrientes de alto valor biológico, favorece la multiplicación y funcionalidad de los microorganismos beneficiosos de la rizosfera, favoreciendo simultáneamente el desarrollo y ramificación de la raíz.
VHERA es el probiótico. Al aportar hongos micorrízicos, rizobacterias y esporas de Pochonia chlamydosporia, repobla y fortifica el rizobioma, inhibiendo la actividad de los parásitos telúricos y favoreciendo el mantenimiento de las funciones vegetativo-productivas del cultivo, incluso en condiciones adversas.
LOS BENEFICIOS DE VHERA LIFE Y VHERA
Aplicados en fertirrigación, VHERA LIFE y VHERA permiten preservar niveles óptimos de producción y calidad, incluso en suelos cansados, desestructurados y problemáticos por la presencia de nematodos. Gracias a esta estrategia, completamente innovadora y que puede integrarse con las preexistentes, la planta puede desarrollar un sistema radicular expandido y robusto, reemplazar las raíces no funcionales y mantener una capacidad de absorción que preserva su óptimo desarrollo vegetativo-productivo a pesar de las adversidades.
VHERA LIFE y VHERA están permitidos en la agricultura ecológica.