Avellana: 4 aplicaciones para mejorar la producción
El programa de tratamiento que ha devuelto la productividad a plantación de avellano que no daba buenos resultados
El estrés ambiental, la caída de frutos (agravada por los ataques del chinche del boj) y la alternancia de producción son desafíos importantes en el cultivo del avellano.
A menudo, la solución a estos problemas se encuentra en los detalles de las prácticas agronómicas, como demuestra la historia del Sr. Luigi Serafini, un agricultor de Caprarola, en la provincia de Viterbo (Italia).
Este es el programa de nutrición que ha devuelto la productividad a su cultivo.
Avellana, una excelencia que vale la pena cuidar
Gracias a su rusticidad, el cultivo de la avellana se ha extendido por varias zonas de Italia: desde la región de Langhe en el Piamonte hasta las alturas de los Monti Picentini en Campania, pasando por los Monti Cimini en Viterbo y las colinas de Romaña.
Estas áreas producen frutos secos apreciados como la Tonda Gentile, la Tonda di Giffoni y la Nocciola Romana.
Aunque se considera generalmente una planta resistente y fácil de manejar, producir avellanas de alta calidad que cumplan con los estándares del sector y lograr buenos rendimientos resulta frecuantemente un desafío complejo.
El problema: una plantación de avellanos estancada e improductiva
En septiembre de 2022, el Sr. Serafini, propietario de 20 hectáreas de avellanos, se enfrentó a una situación crítica.
Una parcela de 3 hectáreas cerca del lago Vico producía solo 500 kg de avellanas por hectárea, un rendimiento insostenible para cualquier agricultor.
En busca de una solución, el Sr. Serafini recurrió a Claudio Montesi, Gerente Regional de Biolchim para Italia Central.
El experto agrónomo identificó que el problema principal era una nutrición incorrecta e insuficiente, y elaboró un plan de intervención para apoyar a las plantas y su producción.
Problemas clave identificados
Un análisis de las prácticas agronómicas reveló tres deficiencias fundamentales:
- Falta de materia orgánica: el suelo no había recibido insumos orgánicos durante años, un elemento esencial para garantizar la fertilidad y el correcto desarrollo de las plantas.
- Cantidades insuficientes de NPK: Las cantidades de nitrógeno, fósforo y potasio aplicadas fueron demasiado bajas para satisfacer las necesidades de producción del cultivo.
- Falta de nutrición post-cosecha y pre-floración: Tratar las plantas de avellano después de la cosecha las prepara para la siguiente floración; además, la alimentación de las flores jóvenes en desarrollo es crucial.
La solución: nutrición completa y específica para avellanos
El programa de nutrición diseñado a medida tenía como objetivo restaurar la productividad de los árboles y apoyar su ciclo vegetativo durante los momentos críticos. La estrategia adoptada incluía:
- 1. Aplicación de materia orgánica a fines del invierno: aplicación de un fertilizante orgánico granulado de alta calidad, para mejorar la estructura del suelo, restaurar el suministro de nitrógeno y dinamizar el desarrollo de las plantas de avellano.
- 2. Fertilización NPK equilibrada: aplicación de 150 unidades de nitrógeno (N), 75 unidades de fósforo (P) y 150 unidades de potasio (K) por hectárea para apoyar el crecimiento y la productividad de las plantas.
- 3. Tratamientos foliares poscosecha: tratamientos con FOLICIST® y NUTRI-GEMMA B-Zn™ inmediatamente después de la cosecha para promover la maduración adecuada de las yemas y la posterior diferenciación de los botones florales, preparando las plantas para la siguiente temporada.
- 4. Apoyo a las flores masculinas y femeninas: tratamientos foliares con FOLICIST® y CREMALGA® (4-6 aplicaciones según sea necesario) en los primeros meses para apoyar el desarrollo de las flores masculinas y femeninas con sustancias energéticas, mejorando la resistencia frente a las adversas temperaturas invernales y las lluvias primaverales.
Los resultados: un cambio radical en la productividad
Los resultados no se hicieron esperar. En 2023, la producción había aumentado drásticamente de 500 kg/ha a 3.000 kg/ha.
Incluso en 2024, a pesar de las lluvias excesivas durante la cosecha que provocaron la pudrición de parte de la frutos en el suelo, los rendimientos se mantuvieron altos: 2.850 kg/ha.
Hoy en día, esta técnica nutricional se aplica en las 20 hectáreas de la finca.
La clave del éxito
Gracias a una estrategia nutricional específica y al uso de bioestimulantes y fertilizantes Biolchim, una plantación de avellanos improductiva se transformó en una historia de éxito.
Este resultado demuestra la importancia de confiar en socios expertos y adoptar soluciones innovadoras para afrontar los desafíos de la agricultura moderna.
Si usted también desea obtener resultados tangibles y mejorar el rendimiento de sus cultivos, el equipo de Biolchim está listo para ofrecerle un apoyo completo, tanto en el campo como en cada etapa del ciclo de producción.
